Una ingeniosa campaña orientada a salir del closet en Marruecos culminó con una inusitada cacería de brujas contra el colectivo LGBT.
Desde entonces en ese país situado a pocos kilómetros de España la persecución contra los gays y lesbianas se intensificó. La homosexualidad en Marruecos así como en todos los países musulmanes está mal vista. Allí, que dos personas del mismo sexo se amen, constituye un delito. Por lo general la policía suele ignorar a los homosexuales mientras sean discretos.
Los ataques comenzaron después que una influencer transgénero conocida como Sofía Talouni convocó por Instagram a la LGBT. Instó a los hombres gays a salir del closet y revelar de manera pública y sin tapujos su orientación sexual.
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La transgénero Sofía no sólo pidió salir del closet a los gays, planteó registrarse en aplicaciones para agendar citas y tener sexo. Pero tras registrarse en las plataformas con sus datos, nombres y fotos se difundieron en las redes sociales.
Enojada después de haber sido insultada por su orientación sexual, la infuencer aseguró que su objetivo era denunciar “la hipocresía” de la sociedad marroquí. El video fue visto por más de 100.000 personas y su cuenta la cerraron, pero ya era demasiado tarde.
Una cacería de brujas
Luego la comunidad LGBT denunció una ola de ataques homofóbicos. Incluso el suicidio de un transformista lo atribuyeron a la campaña que culminó en una cacería de brujas. El Código Penal marroquí castiga la homosexualidad con tres años de cárcel. La sociedad considera que los homosexuales realizan actos “contranaturales”.
Numerosos gays piensan huir para escapar de las agresiones. Donde quiera que los consiguen son ofendidos y agredidos. El estricto confinamiento debido a la pandemia reduce sus posibilidades de ocultarse. Los encuentran en sus propias casas. Carecen de opciones para refugiarse en viviendas seguras.
Sin embargo, organizaciones y colectivos como la Kif Kif le brindan respaldo a los gays perseguidos por los ataques homofóbicos. Los llevan a lugares secretos mientras cesan las persecuciones y les piden cerrar sus cuentas para evitar más ataques.
Salir del closet en el islam
El artículo 489 del Código Penal marroquí penaliza la homosexualidad con hasta tres años de cárcel, por incurrir en “actos obscenos o contranaturales entre personas del mismo sexo”.
Michelle Gulino, abogada de la ONG Human Rights Watch (HRW), le cuenta a BBC Mundo que la comunidad LGBTQ+ en Marruecos ha sido objeto de otras formas de acoso y violencia.
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En Marruecos salir del closet no parece algo sencillo. La comunidad de gays y lesbianas sostiene que muchos homosexuales que se autodelataron ahora son perseguidos por sus propias familias. Al enterarse de sus conductas sexuales los echaron de sus propias casas. A otros los golpearon.
La homosexualidad en Marruecos es tratada según la visión del islam. Los consideran como un error de la naturaleza. Sin embargo, los turistas gays son aceptados por el beneficio económico de repersentan.