El científico húngaro Botond Roska logró curar a ratones ciegos y su ambicioso proyecto promete devolverle la vista a millones de personas.
Hace algunas semanas el investigador obtuvo el premio Körber para la ciencia europea 2020. El galardón que consta de un millón de euros podría servir para adelantar su sueño. El científico desde hace algunos años indaga en el laboratorio un tratamiento genético que podría restaurar la vista a millones de pacientes ciegos.
Roska quien trabaja en la ciudad suiza de Basilea, descubrió una terapia genética que reprograma las células en el ojo humano. Según la Fundación Körber de esa forma se activan los receptores sensibles a la luz necesarios para la visión humana.
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Los expertos consideran que su descubrimiento constituye una hazaña. El novedoso tratamiento puede ser la cura en humanos con ceguera por retinitis pigmentosa, una enfermedad ocular genética incurable.
“Es un excelente estudio”, comentó Connie Cepko neurocientífico de la Escuela de Medicina de Harvard. La retinitis pigmentosa causa la visión de túnel y la ceguera nocturna en dos millones de personas en todo el mundo. En la enfermedad se eliminan las células de la retina externa de la varilla, que son altamente sensibles a la luz y permiten la visión nocturna y periférica.
Ratones ciegos ya pueden ver
Otros pacientes también pierden la visión diurna y se quedan ciegos por completo. Todo ello se debe a que el cono sensor de color de las células de la retina interna se degeneran. Sin embargo, la enfermedad no mata a las células del cono de inmediato.
Esta enfermedad afecta a los fotorreceptores, que son las células del ojo que convierten la luz en impulsos nerviosos. Luego la retina procesa los impulsos y los envía al cerebro a través de fibras nerviosas.
Eso se traduce en que existe una ventana de tiempo donde los receptores del cono todavía están allí, aunque no funcionan. Fue así como los científicos en el Instituto Friedrich Miescher para la Investigación Biomédica en Basilea, Suiza, asumieron el reto. Y trataron de reanimar el cono de células enfermas en ratones.
Los investigadores insertaron un gen de una bacteria sensible a la luz, pharaonis Natronomonas, en el ADN de células de cono. El gen es un modelo para las proteínas que forman los pasillos en las membranas celulares de los ratones ciegos. Cuando se estimula por la luz, esas proteínas se abren y dejan los iones con carga negativa en la célula.
De esa forma insertaron en las membranas celulares de ratones esas proteínas. Luego comprobaron que ayudaban a imitar la actividad normal de conos saludables.
Desarrollarán lentes especiales
No sólo las células conos restaurados responden a la luz, también envían señales al cerebro para que los ratones pudieran ver. Y así curaron a los ratones ciegos.
“Lo que fue asombroso es que estas células que estaban ciegas por un tiempo aún estaban conectados con el resto del circuito”, señaló el neurobiólogo Botond Roska.
Sin embargo, a diferencia de los conos sanos, las células conos restauradas no pudieron adaptarse a los diferentes niveles de luz. Las células respondieron mejor a la luz brillante amarilla similar a la luz del sol en la playa, refirió el neurólogo húngaro.
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Por ahora se proponen desarrollar unos lentes especiales con cámaras sensibles que ajusten la intensidad de la luz proyectada a los ojos. Los conos latentes, que suelen permanecer en el ojo incluso después de producirse la enfermedad de la ceguera.
Esa era la oportunidad que esperaban los científicos para curar a los ratones ciegos. Ahora van más allá y se proponen curar a los humanos.