Un reporte de Business Insider revela la proliferación de aplicaciones espías que ponen bajo lupa la actividad de otros en WhatsApp. Y aunque no logran acceder al historial de conversaciones, por encontrarse cifradas, si obtiene información vital para la detección de tendencias o hábitos. El funcionamiento de esta operación la explica un artículo publicado por Xataka.
Por ser WhatsApp una de las aplicaciones más empleadas mundialmente, se ha convertido igualmente en una las apps de las que más provecho se busca sacar por parte de terceros. Funciones para programar mensajes, características extra no disponibles en el cliente oficial, temas y personalización o tácticas de espionaje. Estas últimas tácticas son muy comunes y aparentemente imposible de evitar.
Las aplicaciones espías se promocionan a menudo como medio para control parental. Por ejemplo, monitorear si un hijo está usando WhatsApp en lugar de estar estudiando. Otras, sin embargo hacen referencia a actividades más invasivas como “ver si tu amante está hablando con otra persona”.
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Según Business Insider hay decenas de estas aplicaciones espías en Google Play Store y Apple App Store. Una búsqueda rápida en las tiendas de Google y Apple efectivamente devuelve varios resultados de apps por el estilo. Suelen estar disponibles de forma gratuita con compras in-app que desbloquean todas las funciones o sin limitaciones.
Aplicaciones espías: Así funcionan
Pero, ¿Cómo operan estas aplicaciones espías? Aprovechan una funcionalidad de WhatsApp que lleva disponible desde prácticamente que WhatsApp existe: ‘En línea’. Cuando el usuario está dentro de la aplicación automáticamente aparece como en línea o disponible para el resto de los operarios.
Esto es, en cierto modo, útil para que los demás sepan si deben o no hablar. En cierto modo, ya que entrar en la aplicación no siempre significa que se esté disponible para hablar con el resto o con alguien en concreto.
Este simple aviso es suficiente para que este tipo de apps cumplan con su función de espionaje. Generalmente al iniciarlas por primera vez solicitan que se introduzca el número o los números para “monitorizar”. A partir de ahí siempre que ese número esté activo en WhatsApp la app puede enviar una notificación o crear un timeline cronológico con los intervalos en los que ese número ha estado utilizando WhatsApp durante el día.
Siempre “en línea”
Por otra parte, la función de ‘En línea’ no se puede desactivar. No existe ninguna forma de entrar en WhatsApp y utilizar la app sin que aparezca ‘En línea’ para el resto de usuarios. Si bien podemos desactivar la notificación de lectura u ocultar estados entre otros ajustes de privacidad, desactivar el ‘En línea’ no es posible.
Tampoco hace efecto el tener desactivada la función que indica la última vez que nos hemos conectado. En otras palabras, guste o no estas aplicaciones espías van a seguir teniendo acceso a nuestra actividad sin consentimiento a no ser que WhatsApp cambie las funciones de privacidad.
Pudiera parecer insignificante que estas apps detecten cuándo alguien está en línea o no. A fin de cuentas se puede saber entrando directamente en WhatsApp y comprobarlo uno mismo. No obstante estas apps evitan que uno tenga que entrar constantemente y además dejan un registro de todas las veces que alguien se ha conectado. Un ejemplo del uso de esto: un jefe que monitorice si sus empleados están usando WhatsApp en las horas de trabajo.
Funciones peligrosas
Aparte de esto, algunas de las aplicaciones espías ofrecen características extra como puede ser por ejemplo estadísticas de cuánto tiempo y cuándo se ha conectado una persona. La función más peligrosa de todas quizás sea la de comparar cuándo dos números están online.
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Con esto la app “deduce” que esas dos personas han interactuado entre ellas. Así compara los tiempos en las que ambas han estado activas y en consecuencia podrían haber interactuado. Si bien no tiene la app forma alguna de demostrarlo, por el tiempo que ambas personas han estado activas cada minuto saca un porcentaje de posibilidad de interacción.
Cabe remarcar una vez más que ninguna de estas aplicaciones espías tiene forma alguna de acceder a las conversaciones de los usuarios debido a su cifrado. A pesar de todo, son apps que fuerzan y ayudan a violar la privacidad de un usuario en WhatsApp al monitorizar su actividad en la app.