La policía de los EEUU se ha convertido recientemente en una institución seriamente cuestionada. No solamente debe lidiar con la acusación de prácticas racistas y violencia policial. Al parecer su ineficiencia operativa es cada vez más evidente.
Este contexto ha llevado a los ciudadanos estadounidenses a solicitar recortes o cambios en el gasto público en la policía. Pero ni éstas ni otras reformas propuestas abordan un problema clave para resolver los crímenes.
Policía de los EEUU ineficaz
De acuerdo a Shima Baughman, profesora de Legislación Criminal de la Universidad de Utah, 50 años de datos sobre la delincuencia nacional confirman que la policía de los EEUU no resuelve la mayoría de los delitos graves del país. Sus observaciones las recoge una publicación de The Conversation.
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Pero las verdaderas estadísticas son peores de lo que muestran los datos de la policía. En los Estados Unidos es raro que un reporte criminal lleve a la policía a arrestar a un sospechoso que luego es condenado por el crimen.
Pocas denuncias
Los datos muestran que, sistemáticamente a lo largo de los decenios, menos de la mitad de los delitos graves se denuncian a la policía. Pocos, si es que se hace algún arresto en esos casos.
En realidad, alrededor del 11% de todos los delitos graves terminan en un arresto, y alrededor del 2% terminan en una condena. Por lo tanto, el número de personas a las que la policía responsabiliza de los crímenes bajo el concepto de lo que Baughman llama «responsabilidad penal», es muy baja.
La policía sólo puede trabajar en la resolución de crímenes que conoce. Igualmente, sólo puede reportar estadísticas sobre su trabajo basadas en el comportamiento criminal que conoce. Pero hay una gran parte del crimen que la policía nunca averigua.
Comparando las encuestas del público con los informes policiales, se evidencia que menos de la mitad de los delitos violentos graves, como la agresión con agravantes y el robo, se denuncian a la policía.
Como muestra estadística de esta circunstancia, en 2018, la tasa de arrestos por delitos graves denunciados a la policía fue de alrededor del 22%. Pero debido a que el doble de crímenes sucede al reportarlos, la tasa de arrestos por todos los crímenes que sucedieron fue la mitad de lo que la policía de los EEUU reportó, sólo el 11%.
El porcentaje oficial de delitos graves en que una persona es realmente condenada es aún menor. Sin embargo, los datos son difíciles de confirmar. La Oficina de Estadísticas de la Justicia no ha informado sobre los porcentajes nacionales de condenas por delitos graves desde 2006.
Pocas condenas
Pero en ese año, de todos los delitos graves denunciados a la policía, sólo el 4,1% de los casos terminaron con una persona condenada a raíz de un delito denunciado. Teniendo en cuenta el hecho de que se producen el doble de delitos, la tasa nacional de condenas en 2006 se acercó más al 2%.
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Hay formas en que la policía resuelve conflictos y crímenes sin arrestar a la gente. Por ejemplo, mediando en disputas vecinales y dirigiendo a los jóvenes rebeldes a los servicios sociales y programas comunitarios. Pero mientras los departamentos de policía midan el éxito con arrestos, eso no ocurrirá con mayor amplitud.
Al considerar los enfoques de la reforma planteada para la policía de los EEUU, es importante recordar que los estadounidenses aún no reportan cerca de la mitad de los crímenes mayores. Tampoco la policía no resuelve muchos de los casos que sí se reportan.
De no tener en cuenta el trabajo serio en estos dos aspectos, la policía estadounidense permanecerá atrapada en los pantanos de la ineficacia.