Al salir del COVID-19 que mantiene en vilo a la humanidad, las naciones tendrán que lidiar con otra pandemia como lo es la obesidad.
El confinamiento junto a la falta de ejercicio constituye un factor que dispara la acumulación de grasa. El COVID-19, afecta a 208 naciones en todo el mundo mientras casi dos millones de personas resultan contagiadas.
Más de una cuarta parte de la humanidad optó por el aislamiento como medida para evitar la propagación del coronavirus. Todos deben permanecer en sus hogares y ello conduce a que el organismo no pueda quemar las calorías que consume. Las personas engordan en la medida en que permanecen encerradas.
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Permanecer en casa es efectivo contra el virus, pero alimentará la obesidad, enfermedad que afecta a 1.900 millones en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como pandemia. Los expertos recomiendan mantener un régimen constante de actividad física.
Según el organismo la obesidad alcanzó ya proporciones epidémicas a nivel mundial. Cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas a causa del sobrepeso. Hasta hace algún tiempo se le consideraba como un fenómeno propio de países con altos ingresos, pero hoy prevalece en naciones con ingresos bajos.
El sobrepeso como pandemia
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La causa fundamental de esta enfermedad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.
La OMS observa que a nivel mundial se registra un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.
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Ahora con el coronavirus la gente suele estar pegada a los televisores o en los ordenadores. El teletrabajo comenzó a ser una herramienta alternativa para muchas empresas. Por ello las personas no tienen que preocuparse ni siquiera por trasladarse de sus hogares a sus respectivos lugares de trabajo.
La obesidad en tiempos de coronavirus
El sobrepeso aumenta de manera significativa el riesgo de muerte para las personas infectadas con el nuevo coronavirus dijo el miércoles el epidemiólogo jefe de Francia, Jean-François Delfraissy. “Este virus es terrible, puede afectar a los jóvenes, en particular a los jóvenes obesos. Los que tienen sobrepeso deben tener cuidado”, advirtió el especialista.
Los nutricionistas observan que las consecuencias de la prolongada cuarentena se notarán en los próximos meses. Una nueva generación de gordos viene en camino. Los especialistas estiman que con el coronavirus la gente suele generar angustias y miedos. Luego ello se traduce en un mayor apetito y en una necesidad de consumir azúcares y harinas. El picoteo constante es una rutina que engorda.
Durante el aislamiento forzado la gente tiente a comer alimentos ultraprocesados. Entre ellos galletas y golosinas que junto al sedentarismo conforman la receta perfecta para engordar. Para evitar o controlar la obesidad proponen un régimen de ejercicios en casa y una alimentación adecuada.