¿Llegó el momento de los robots? ¿Es el nuevo mundo post-pándemico el que desarrollará todas las posibilidades de la robótica? Si estas preguntas se formularan bajo el oráculo del I-Ching, es casi seguro que la respuesta sería “Qian” (comienzo). No hay duda que una manera de vivir en el mundo ha finalizado y otra comienza a gestarse. El hexagrama “Qian” dibuja el inicio así: “La vía del comienzo es el cambio y la transformación.”
Desde el siglo pasado ha sido reiterada la visión futurista de sociedades donde pululan robots. La utopía de lo automático y robotizado ha sido proyectada incansablemente en innumerables películas. Aun así, arribamos al siglo XXI dependiendo de nosotros mismos con nuestros milenarios compañeros animales. Sorprendidos por una devastadora pandemia, aún soñamos con robots que pudieran asumir tareas riesgosas.
Las posibilidades de la robótica requieren cambios
Si queremos materializar el escenario de robots reduciendo la exposición humana se deben realizar cambios determinantes. Un enfoque serio y sostenible en la investigación y en la evaluación de estas tecnologías garantizaría su impacto masivo.
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Pero por los momentos, podemos visualizar las posibilidades de la robótica para esta nueva normalidad que nos aguarda.
Robots para lidiar con pandemias
Un editorial reciente publicado en “Science Robotics” destaca posibles tareas que podrían ser relegadas a los robots. En ella, importantes investigadores académicos, como Howie Choset, de la Universidad Carnegie Mellon, señalan potencialidades que esperan por financiamiento. Son múltiples las labores asociadas para evitar la propagación de la COVID-19 con el apoyo de la robótica. Estas incluirían desinfectar superficies, tomar la temperatura de las personas en áreas públicas o en los puertos de entrada. También los robots podrían brindar apoyo social a pacientes en cuarentena y tomar muestras riesgosas. En todos estos casos, se reduce la exposición humana a los patógenos, condición relevante frente al aumento de las epidemias.
La desinfección de superficies sería otra área donde la robótica podría desempeñar un papel fundamental. Se podrían desarrollar nuevas generaciones de robots grandes, pequeños, micro y enjambre que puedan trabajar y limpiar continuamente.
En términos de telepresencia, los investigadores vislumbran muchas aplicaciones. “El despliegue de robots sociales puede presentar oportunidades únicas para interacciones sociales continuas. “ Esto aseguraría “la adherencia a los regímenes de tratamiento sin temor a propagar más enfermedades”, añaden.
La inteligencia artificial también pone su parte
A las posibilidades de la robótica, se agregan los aportes de la inteligencia artificial para responder a las emergencias epidemiológicas. Los investigadores de Carnegie Mellon están realizando investigaciones para abordar la ayuda humanitaria y la respuesta a desastres. Para esa tarea se proyecta una combinación de IA y tecnologías robóticas como los drones. La interacción humano-robot, el monitoreo automatizado de las redes sociales y la computación periférica se encuentran entre estas tecnologías.
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Choset afirma que el editorial va más allá de prescribir cómo se podrían usar los robots en una pandemia.”Más bien, esperamos inspirar a otros en la comunidad a concebir soluciones a un problema muy complicado”, explica.
Quedarnos con el sueño no es opción
A pesar de todo este espectro de usos tecnológicos, las posibilidades de la robótica se encuentran restringidas. La inversiónpara la investigación multidisciplinaria para satisfacer estos usos sigue siendo costosa, rara y dirigida a otras aplicaciones.
Lo preocupante de este temor a lanzarnos de lleno a nueva realidad tecnológica es que nos conduciría a repetir errores. Los robots no estarían listos para una nueva pandemia. Mientras tanto construimos fantasías con un futuro vivido solo en las ficciones de la ciencia.
