La lectura nos enriquece a nivel mental, ayudando a nuestro cerebro a funcionar de forma óptima.
Pero nos referimos a leer un libro; no de revistas o periódicos ni tampoco tu blog favorito. Es necesario que la lectura se realice de forma profunda, conectando personajes, acciones y capítulos, y comparando estos con el mundo real.
Es tan importante como comer o mantener nuestro cuerpo en forma. Según el filósofo, una buena selección de libros es tan importante como una sabia elección de alimentos.
“La lectura es para la mente lo que el ejercicio es para el cuerpo”
El acto de la lectura crea, recrea y es capaz incluso de transformar la realidad. Tanto es así que los griegos y romanos la consideraban como una actividad que se debía hacer cada día.
La lectura y los efectos en nuestro cerebro
Sin embargo, cada vez que empezamos a leer, el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro se pone en marcha, trabajando a toda velocidad para activar distintas áreas. Según el neurólogo Stanislas Dehaene del Collage de France «la capacidad lectora modifica el cerebro«. Al parecer, hay más materia gris en la cabeza de un «león» y más neuronas en los cerebros que leen. Y un dato más curioso todavía.
Mejora la ortografía ya que nos hace escribir mejor solo con leer un libro; es mucho más útil que memorizar una cantidad ingente de reglas ortográficas. Cuanto más veamos una palabra escrita; más fácilmente recordaremos cómo se escribe.
No más estrés tomarnos un descanso de nuestras obligaciones (y, sobre todo, de nuestras preocupaciones) para leer un libro es muy beneficioso.
- No solo estamos dedicando ese momento a nosotros mismos; sino que también estamos aplicando nuestra concentración a algo que atrapa la mente.
- Si estamos concentrados en lo que ocurre en el libro perderemos interés, al menos por un rato, en nuestros quehaceres.
Diversión y entreteniendo a veces olvidamos que nuestra imaginación es nuestra mejor fuente de producción audiovisual en el momento de lectura. Imaginar cómo son los personajes o los lugares que visitan es muy entretenido porque los adaptamos a nuestros gustos, experiencias y deseos.
Fuente: La mente maravillosa/Redacción
