El coronavirus que contagió a más de 2.5 millones de personas contagió a gobiernos y desató una nueva guerra fría para tratar de encontrar la vacuna contra el virus.
Laboratorios de más de 50 países trabajan las 24 horas del día en busca del fármaco. La mayoría asegura estar bien encaminados e incluso manifiestan que desde ya adelantan ensayos en humanos.
Tal parece que detrás de todo se esconde una vanidosa idea. Aquel que primero descubra la vacuna se convertirá en el adalid del mundo. En la nueva superpotencia en el área de la ciencia y la medicina.
En consecuencia y desde entonces todos deberán agradecerle el gesto al país que encuentre la inyección. Según los reportes en esa frenética carrera a la cabeza se encuentran Estados Unidos, China y Alemania.
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Pero no es tan fácil lograr la vacuna que todos anhelan. En esa velada guerra fría que trajo la pandemia diversos líderes mundiales han bautizado con distintos nombres. Donald Trump sostiene que se trata de un enemigo invisible. Macron le endosó en epíteto de enemigo silencioso mientras que Ángela Merkel habla de un adversario que compara con la Segunda Guerra Mundial. China sólo le atribuyó el nombre que suelen endilgarle a los asesinos en serie: enemigo público número uno.
Guerra fría en diversos frentes
Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que la vacuna podría estar lista el próximo año. Después habrá que procesarla en alguna fábrica y por último distribuirla para que llegue a millones de personas. Según Sputnik los rusos laboran con ensayos y esperan tener una respuesta antes que culmine el 2020.
No obstante voceros de diferentes farmacéuticas señalan que están dispuestos a acortar los tiempos. Entre los optimistas se encuentra el mandatario estadounidense quien sostuvo que el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 es el “más rápido de la historia”. Dijo que en Washington ya comenzaron las primeras pruebas.
Un reciente artículo divulgado por la revista Science señala que se encuentran en fase de experimentación 53 vacunas. En esta nueva guerra fría los científicos ni siquiera duermen y trabajan a una velocidad sorprendente que no tiene precedentes.
El medio especializado refiere que en términos generales, hay ocho categorías de vacunas en proceso de experimentación o desarrollo. A ellas los científicos las llaman como «plataformas». Biotecnológicas, academias, investigadores militares y varias farmacéuticas están entre los desarrolladores de las mismas.
Carrera frenética
En esa guerra fría algunos osados plantean saltar ciertos atajos éticos e inyectar de una vez las dosis para ver si funcionan. La pandemia tiene a todos en vilo.
Un programa de investigación científica militar en Estados Unidos trabaja también en un tratamiento que podría ayudar a combatir el coronavirus. Ellos estiman que estaría listo para junio de este año, según informó el portal Defense One.
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La Plataforma para la Prevención de Pandemias busca una nueva forma de aumentar la inmunidad del cuerpo humano. La investigación, liderada por la doctora Amy Jenkins, se concentra en identificar los anticuerpos que el organismo produce de manera natural cuando se enfrenta a un virus como el COVID-19. Los investigadores trabajan dentro de DARPA, la agencia del departamento de Defensa para Proyectos de Investigación Avanzados.