Tras seis meses de combate contra el coronavirus la humanidad acumuló exitosas experiencias que obligan a elaborar un manual para vivir en pandemia.
Aunque aún no se ha escrito ese vademécum para esquivar los contagios, existen algunas reglas básicas. Los sanitaristas admiten que se pueden reducir los riesgos para llevar una vida plena mientras se descubre la vacuna.
Mientras el coronavirus avanza y ataca ciudades enteras, los científicos buscan la cura que permita retomar la normalidad. Las medidas sanitarias de contención procuran minimizar los contagios, pero algunas autoridades intentan saltarse las recomendaciones para reactivar la producción. Empresas paralizadas impiden a los gobiernos obtener recursos vitales. Se trata de un círculo vicioso donde todos están atrapados.
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Al culminar los confinamientos terminan porque las personas se hastiaron y los líderes auparon las determinaciones a pesar de los riesgos. No obstante, en esas áreas se observan nuevos brotes de la pandemia. Expertos vinculados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertan acerca de estas acciones que lucen descabelladas y suicidas. Advierten que podría presentarse una segunda ola de la pandemia.
Manual para vivir la pandemia
Pero ahora la ciencia conoce más al virus. Sabe su comportamiento y qué actividades representan el mayor riesgo. El manual para vivir la pandemia comenzó a ser escrito cuando los médicos se percataron que el eterno confinamiento es insostenible. Fue así como se adoptaron ciertas acciones de relajación.
La cuarentena estricta tiene otras alternativas cuando se pretende retomar la normalidad. Cualquier medida no acaba con el riesgo de contagio, pero lo reduce de manera considerable.
Por ahora ningún experto se atreve a pronosticar qué ocurrirá cuando la gente salga de sus casas. Llevar un tapabocas, lavarse las manos y dejar de saludarse no parece ser suficiente. Qué ocurrirá, nadie puede decirlo. Tal vez el virus aumente de manera exponencial y se tenga que regresar al confinamiento colectivo.
“Es difícil imaginar cómo vamos a evitar otro aumento de las infecciones. Por eso estos enfoques de reducción de daños que mantienen a las personas alejadas de situaciones mucho más riesgosas son tan importantes”, comentó Julia Marcus, epidemióloga de enfermedades infecciosas y profesora asistente en el Departamento de Medicina de Población en la Escuela de Medicina de Harvard.
Es así como expandir la burbuja, sortear cenas concurridas y evitar las cantinas constituye la primera recomendación del manual para vivir la pandemia.
Por ahora se sugiere mantener los rituales de usar tapabocas y ser precavidos al tocar superficies que la gente manipula. Lo más importante del manual que se intenta escribir es que cada quien tome sus propias decisiones.
Las reglas de oro
Sin embargo, la regla de oro parece ser estar atento al comportamiento del coronavirus en su comunidad. De allí la importancia de la tendencia del virus y el número de pruebas positivas.
“No significa que tengas total libertad”, advierte Erin Bromage, inmunólogo comparativo y profesor de biología en la Universidad de Massachusetts, Dartmouth. “Significa que hay suficientes pruebas en marcha para que te puedas sentir seguro de tus interacciones sociales”.
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Pero si el porcentaje de pruebas positivas sube, se deben tomar mayores precauciones. El mapa de la Universidad Johns Hopkins y la página web Covid Act Now permiten ver el comportamiento del virus en el mundo.
Si el número de contagios baja, la persona se puede sentir algo más tranquila, pero el virus sigue allí, al acecho.