Tal vez la conflagración tecnológica más encarnizada es la que en la actualidad se libra en la nube para dar de baja al disco duro.
Las grandes corporaciones pretenden defenestrar ese dispositivo de almacenamiento de guardamos nuestros datos. Las empresas de servicios informáticos como Google, IBM, Amazon o Microsoft son las principales competidoras.
Pero la nube es sólo una metáfora, un paradigma que permite ofrecer servicios de computación a través de una red. Durante décadas la industria de la informática funcionó con el disco duro.
Ahora la tecnología de nube o cloud computing, surgió como un tipo de arquitectura informática proporciona servicios de computación a través de Internet. Todo se realiza de manera online. El cliente de estas empresas ya no ameritará instalar programas ni contar con discos duros adicionales en sus ordenadores.
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Hasta hace poco la mayor preocupación de las pequeñas y medianas empresas era ahorrar espacio en el disco duro. De lo contrario el negocio no era viable. Frente a un desastre natural, un corte de energía, un robo o cualquier otra contingencia la nube garantiza un respaldo seguro. De esta manera se minimiza la pérdida de tiempo y la inactividad de las operaciones.
La nube para todos
Además se puede acceder a los datos desde cualquier lugar. La única dificultad consiste en que se requiere estar conectado a Internet. Asimismo con esta tecnología los trabajadores pueden cumplir con sus obligaciones desde la comodidad de sus casas. Incluso cuando se encuentren en períodos vacacionales.
De igual forma el proveedor de servicios de computación en la nube se encarga de actualizar las versiones de software. La tediosa tarea de proteger los archivos y limpiar el disco duro del ordenador se acabó. Esa labor se ejecuta desde el servidor del proveedor de software.
Pero como todo siempre hay un contratiempo. Se requiere de una conexión a Internet. Es muy simple su funcionamiento. Sólo debemos instalar una pequeña aplicación en nuestro PC y elegir un proveedor del software. A partir de ese momento cada vez que nos sentemos frente a nuestro ordenador el cliente se conectará y listo.
Otro inconveniente consiste en que cuando ese ordenador central deje de funcionar no podremos trabajar. Por ello tendremos que esperar a que el inconveniente sea solventado.
Vulnerabilidades y protocolos
Por ahora las compañías de ciberseguridad alertan acerca de vulnerabilidades de la nube. Advierten que cada vez son más factibles los riesgos de ataques informáticos. Se pueden acceder a datos confidenciales como las comunicaciones persona a persona, mensajería, procesos financieros y otros. Se requieren de protocolos de autenticación sólidos. La seguridad es la principal preocupación para los usuarios.
Aun así el cloud se ha convertido en una herramienta para los emprendedores que carecen de recursos para instalar complejas plataformas. El modelo de suscripción minimiza las inversiones en infraestructuras. Las personas complacen sus requerimientos informáticos en función de sus necesidades.
La nube dejó de ser un avance tecnológico para convertirse en parte de nuestra cotidianidad. Es un servicio más como el agua y la electricidad.