Joaquín Sabina ha conquistado al mundo con letras que le sale del alma, para muchos le suenan crudas; otras rebeldes pero el español nacido en 1949 no pasa de moda.
«El flaco de Ubeda» no pasa de moda por el contrario parece quedarse en el tiempo entre despechos, jaleos y amores. Así son sus letras esas mismas que le han dado la vuelta al mundo, esas que saben a amor y a desamor.
Así va Joaquín de realidad en realidad y de canción en canción, le canta a la crisis, a la lluvia, también a los amigos. A las noches de luna y es único en sus composiciones.
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Un amor de 19 días y 500 noches
Infaltable es su canción 19 días y 500 noches la cual narra ese amor que duró poco pero que marcó el alma. De allí que ha sido aplaudido en Chile en las noches de Buenos Aires y en su natal España.
Ha dibujado «Diqeguitos y Mafaldas» y aun anda buscando ¿Quién le ha robado el mes de abril?. Joaquín ha ido más allá con sus letras, diciendo «embustera» a la bellas que juegan con los sentimientos.
Pero también ha dicho que sus sueños también han quedado en un bulevar.
También ha ligado el «Vinagre con Rosas» como tambien ha hecho que «siete crisantemos» salgan del cementerio.
Ha colaborado con muchos artistas y parece que a diario escribe una canción y dice todo al mismo tiempo; pero con sentimiento.
El rey de los despechados
Joaquín ha sido por años el rey de los despechados, pero es que sin saberlo se convirtió en el cantor del desamor. El que tenía una frase para curar un corazón herido y dejar claro; donde están los sentimientos.
Por eso Joaquín Sabina no pasa de moda; ni pasará por el contrario quedará en el tiempo y en las décadas.