Muchas veces la monotonía se apodera de la pasión en la pareja y entonces todo se vuelve aburrido; se pierde la relación por tener intimidad y el deseo en la pareja se va enfriando; los problemas crecen y cada vez hay más distancia. Es importante tener en cuenta claves para mantener vivo ese deseo.
Las relaciones hay que cuidarlas y refrescarlas para mantener la pasión igual de viva que el primer día
Entonces, ¿qué marca la diferencia?
Para mejor comunicación dentro de la cama, hay que llevarse bien fuera de ella
Lo primero que debemos saber que es que en el deseo influyen muchas cosas; no solo el tiempo que se lleva con la pareja; ni el apego que tengamos.
También pueden ser vitales el estado emocional, el estrés laboral o del hogar, la comunicación, el tiempo de calidad de pasemos juntos, los gustos comunes o nuestra propia autoestima.
Además, según los expertos, hay personas y parejas a las que les es más fácil mantener la llama encendida que a otras.
Aquellos amados que mantienen el fuego vivo; saben y dedican tiempo a dialogar, comunicarse, el deseo en la pareja y resolver conflictos.
Esta podría ser una de las claves, «Hablan desde el yo y no desde el tú, expresando cómo se sienten y lo que piensan. Sin atacar ni utilizar palabras como nunca o siempre y sí utilizando palabras como por favor, gracias, lo siento y te quiero».
Otro punto importante, es el reparto de las tareas del hogar; «Hace que haya un sentimiento de equipo y equidad en pareja; que no haya más carga por parte de un miembro y que luego esto pueda repercutir en enfados y cansancio».
Por último, suelen ser aquellas parejas que se elogian, admiran, mantienen el afecto, se besan, se acarician, el deseo el la pareja y se abrazan también fuera de lo que es relación sexual.
Básicamente, se resume que la clave para llevarse bien en la cama, es igual de importante llevarse bien fuera de ella.
Por ello, con el tiempo el deseo sexual cambia y la rutina disminuye la intimidad, tenemos que dedicarnos un tiempo juntos.
No solo es el impulso inicial
Igualmente, conservar vivo el deseo,una de las claves vitales en la relación, supone saber a qué nos referimos con el mismo; para no agobiarnos más de la cuenta. De hecho, hay dos tipos de deseo:
«Está el más instintivo, el que te moviliza y empuja hacia la persona. Ese tengo ganas y me apetece.
Y después, el que aparece tras la excitación. No es un impulso, sino que una vez en el acto, lo disfrutamos».
El primer tipo suele ser más fuerte durante el inicio de las relaciones y al acostumbramos a nuestra pareja puede hacer que disminuya.
Sin embargo, es posible hacer que vuelvan a saltar las chispas si lo trabajamos; se puede innovar, se pueden cambiar situaciones, espacios o dinámicas.
Conocer los secretos del deseo de una persona es un ejercicio que no tiene fin; por lo que siempre tendremos interacciones satisfactorias por descubrir.
Y una forma de hacerlo; proponer ideas como tener citas, hablar sobre los gustos sexuales, buscar juguetes sexuales, mandar mensajes subidos de tono, entre otros.
Finalmente, es importante que la comunicación fluya y si vamos a introducir cambios en la interacción erótica, lo hagamos de forma gradual y muy consensuada.
Elpaís/redacción
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