Cuando cualquier persona navega por la red de redes, visualiza páginas webs visibles para el gran público. Periódicos, ocio o compra-venta, son algunas de las opciones puestas a disposición de los usuarios, pero Internet es mucho más que eso. Hay una gran parte de la red que está oculto a los ojos de los inexpertos, y que se focalizan numerosos hechos delictivos amparados en el anonimato que ofrece este sistema de trasmisión de datos.
Cuando se piensa en esta parte del mercado, por norma general se piensa en el ofrecimiento de bienes y servicios ilegales, como drogas, datos robados (números de tarjeta de crédito) y herramientas de piratería.
Contra lo que podría imaginarse, estas prácticas son más asiduas de lo deseable. Este mercado de dudosa legalidad cuenta con cada vez con más usuarios, con las consecuencias nocivas para la sociedad que eso supone. Un campo que parecía controlado en el marco legal, como el del juego online, ha encontrado también en la parcela oculta de Internet un campo de mercado para que plataformas ilegales operen al margen de la legalidad vigente. Todas estas malas prácticas tienen algo en común: ciberdelitos en la que la obtención de efectivo puede ser rápida y permaneciendo en el anonimato.
Estudios Dark Web
Muchos estudios apuntan en el sentido, de la necesidad de poner coto a todo este tipo de actividades. En el caso del sector del juego, se lee en Tragaperras Web, es impresionante el número de plataformas que operan en la Dark Web al compararlo con las que sí cumplen con todos los requisitos. Las ilegales multiplican por diez a las comunes. Las monedas virtuales son otro punto a favor para el crecimiento de este mercado al margen de lo conocido, creando un auténtico tsunami que es muy difícil de evitar, debido a la dimensión que ha adquirido.
Una de las investigaciones más exhaustivas en este campo, la ha llevado a cabo Trend Micro Research. Este observatorio, durante más de una década ha constatado el incremento de la actividad en la Dark Web, confirmando los productos y servicios más demandados. Entre ellos se encuentran la venta de malware, cuentas comprometidas, productos electrónicos y enormes bases de datos de información muy demandada en el mercado para realizar diferentes acciones fraudulentas.
El mundo de Internet y de las nuevas tecnologías cada vez es más complejo. Millones de usuarios deben tener cuidado con sus actuaciones en la red, teniendo siempre presente que hay una parte oculta de la red en las que las malas prácticas son una constante. Por ello, todos los agentes involucrados deben intentar poner límite cuanto antes a estas actividades de dudosa legalidad, para salvaguardar así a los consumidores y a todos los operadores que desarrollan su modelo de negocio dentro de los cauces legales.
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