Las presiones de los grupos antirracistas y feministas en Estados Unidos lograron, sin protestas ni revueltas, aproximarse a la Casa Blanca con la bandera de Kamala Harris.
Se trata de una jugada de ajedrez que según los analistas estaba en las opciones del aspirante demócrata a la presidencia, Joe Biden. Desde hace algunas semanas se sospechaba que Kamala Harris sería candidata demócrata a la vicepresidencia.
Podría ser la primera mujer negra en la historia de Estados Unidos en ocupar ese alto cargo. Ahora los detractores de Kamala, la señalan de ser la compañera de llave de Biden sólo por dos circunstancias. Por ser negra y por ser mujer.
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En la lucha contra Donald Trump los antirracistas y feministas han liderado las recientes e intensas reyertas en diversos estados. Desde entonces las posibilidades de que el mandatario fuese reelegido el mes de noviembre disminuyeron.
Pero Kamala Harris, la antigua Fiscal General de California fue una de las rivales de Biden en las pasadas primarias demócratas. Ella incluso utilizó su condición para acusar de racista al ahora su compañero de llave. Además insinuó que su contrincante era un acosador de mujeres.
Antirracistas y feministas a la Casa Blanca
Por ello la decisión de Biden de elegir a Harris como su compañera despierta cierta suspicacia. La andanada de críticas que ella lanzó en contra Biden aun se recuerdan.
Ella llamó la atención por ser la segunda mujer negra electa para el Senado de Estados Unidos. Además rompió barreras tras ser postulada como la primera mujer Fiscal General de California, labor que la llevó al Senado en 2017.
Sin embargo, Harris tuvo que abandonar sus aspiraciones a las primeras de cambio al ver cómo su camino estaba cerrado. Ahora los antirracistas y feministas aplauden su designación.
Harris de 55 años es hija de madre india y padre jamaiquino. Se asegura que cuenta con apoyos tanto entre los sectores moderados como progresistas del partido.
Su designación llega después de varios meses de intrigas en el partido demócrata. «Vi cómo se enfrentaba a los grandes bancos. Ayudaba a los trabajadores a salir adelante y protegía a las mujeres y los niños del abuso. Por entonces me hizo sentirme orgulloso, como lo estoy ahora de tenerla como mi socia en esta campaña», escribió Biden en su cuenta de Twitter.
Desde el sector republicano señalan que en la escogencia de Kamala Harris privaron las presiones antirracistas y feministas. Todo un ardid populista para obtener votos. Hoy Biden y Harris olvidaron sus diferencias y abrazados luchan por llegar a la Casa Blanca.
Votos afroamericanos y feministas
Los analistas políticos sostienen que los demócratas depositan sus esperanzas en la exfiscal de California para que movilice los votos afroamericanos y feministas. Otras candidatas como Karen Bass, Elizabeth Warren y Tammy Duckworth fueron descartadas.
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Todo indica que Biden sucumbió ante las presiones del feminismo antirracista. Las cualidades de otras posibles candidatas quedaron atrás. En la campaña el candidato demócrata utilizara la imagen de su antigua contrincante para ganar votos y llegar a la Casa Blanca.
Donald Trump al enterarse de su designación calificó a Harris como “la más mala y la más horrible”.