la inteligencia artificial y el coronavirus - Cantineoqueteveonews

Existe una gran cobertura de noticias sobre la inteligencia artificial y el coronavirus. El enfoque común consiste en la formas como la inteligencia artificial (IA) puede combatir la propagación de la pandemia. Desafortunadamente, gran parte de ella no ha sido apropiadamente escéptica sobre las aplicaciones de la IA.

Como herramientas la IA tiene un papel que desempeñar, pero su efecto en el brote pandémico es probablemente pequeño. Por los momentos existen otros recursos que han demostrado ser tremendamente efectivos. El reporte de datos, la telemedicina y las herramientas de diagnóstico convencionales tienen actualmente un impacto mucho mayor que la IA.

La Inteligencia artificial y el coronavirus 

Al momento de evaluar la efectividad real de la IA en el contexto de la pandemia resaltan ciertas observaciones. Se ha dramatizado el papel que desempeña la IA en la pandemia exagerando las tareas que puede realizar. Su eficacia se ha inflado minimizando la participación humana y la consideración de los riesgos relacionados.

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Por ello, es un buen momento para colocar en su justo nivel lo que se ha considerado el gran recurso. He aquí algunas consideraciones para un enfoque escéptico de la utilización de la IA.

Gran cantidad de datos

Al adoptar un enfoque escéptico de la IA, es fundamental considerar la información disponible. Esto se traduce en la capacidad para construir un extenso conjunto de datos y abordar efectivamente la tarea en cuestión. La inteligencia artificial y el coronavirus lo ejemplifican. La IA por sí sola no puede predecir la propagación de nuevas pandemias. Sobre todo considerando que no hay ninguna base de datos de anteriores brotes de COVID-19. Cierto que existen formas de obtener conjuntos de datos preexistentes. Pero el interrogatorio sobre las fuentes de datos evalúa la viabilidad de un sistema de IA.

La IA no es absolutamente precisa

Es bien sabido que el 96% de precisión es sospechosamente alto para cualquier problema de aprendizaje de la máquina. Un algoritmo de IA llegará a extremos extraordinarios si no se maneja cuidadosamente. Esto ocurre en la búsqueda de patrones en los datos que asociados con el resultado que está tratando de predecir. Sin embargo, estos patrones pueden ser totalmente disparatados y sólo parecen funcionar durante el desarrollo. Un número de exactitud inflado puede ser una señal importante de la inefectividad de un modelo de IA.

El mundo real degrada el rendimiento de la IA

Las circunstancias en las que se despliega un sistema de IA también pueden tener enormes implicaciones en su operatividad. Cuando los modelos de IA comienzan a hacer predicciones en el mundo real, casi siempre degradan su rendimiento. Esto se manifiesta con mucha contundencia en la relación entre la inteligencia artificial y el coronavirus. La evaluación de tomografías computarizadas lo ejemplifica. Un modelo que puede diferenciar entre las personas sanas y las que tienen COVID-19 podría comenzar a fallar. Esto sucede al encontrar pacientes que están enfermos con la gripe común. En tal caso Una caída del 10% o más de precisión durante el despliegue no sería inusual.

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El futuro es más prometedor

A pesar del sano escepticismo, el futuro impacto de la IA en muchas de estas aplicaciones es brillante. Es evidente que la inteligencia artificial y el coronavirus conforman un desafío con muchas posibilades. Existen muchas aplicaciones exitosas. Por ejemplo, la evaluación de la malignidad de las anomalías de los tejidos y el estudio de las estructuras esqueléticas. La IA es una tecnología de amplia aplicación, pero es necesario cubrir sus ventajas con una comprensión de sus limitaciones.

 

 

 

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