La sociedad lo aborrecía, lo encerraron de por vida, pero a ellas les parecía encantador, tanto que le llovían cartas ofreciéndole matrimonio, desconocían que esa atracción se denominara hibristofilia.
No se trata un rocambolesco guion de cine, en lo absoluto. Estas alocadas desviaciones se repiten más de lo que el común de los mortales supone. Insospechadas mujeres de bien se sienten seducidas los más espantosos criminales que se hayan conocido.
Mientras la colectividad los detecta y desprecia, algunas mujeres los observan como viriles hombres que las hacen soñar. A veces ellas los miran como indefensos chavales a quienes deben proteger.
El anciano estadounidense Charles Manson, condenado a cadena perpetua en la prisión estatal de Corcoran, en California, es un caso tipo. Las autoridades de la prisión admiten que a diario le llegaban cartas con alocadas propuestas de amor. Antes de su muerte, en 2014 el octogenario Manson recibió una licencia para casarse con una chica de 26 años.
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Su prometida comenzó a visitarlo ocho años antes. No le importó que Manson representara el rostro del mal, el incorregible psicópata. En 2017 falleció el monstruo que conmovió a la opinión pública estadounidense tras el escalofriante asesinato de la actriz Sharon Tate. En esa ocasión también mató a otras cuatro personas en una mansión de Beverly Hills.
Hibristófilas encienden debates
El caso Manson se repite en otros matones más de lo que la gente imagina. Hasta ahora no existe una explicación para lo que los psiquiatras llaman hibristofilia. Concuerdan en que consiste en una la atracción sexual hacia delincuentes cometieron una atrocidad.
Pero el asesino de Beverly Hills ha inspirado al menos 13 películas y un sinfín de documentales. En ocasiones críticos de la gran pantalla le atribuyen cualidades criminogenéticas a este tipo de cintas debido a su tratamiento. Los debates son recurrentes.
Lo cierto es que esa atracción irrefrenable que sienten algunas mujeres para buscar un novio criminal persiste. Tal vez la razón no se encuentre en el tratamiento que el cine les otorga a los malnacidos. Incluso a veces se especula.
Estudios psiquiátricos indican que el fenómeno es poco recurrente en hombres. En el mundo hay más mujeres hibristofílicas, según la escritora y psicóloga forense Katherine Ramsland, autora de varios textos sobre asesinos seriales. Ella entrevistó a mujeres que conocieron a asesinos y después se casaron.
El tratamiento de Hollywood
La escritora sostiene que ellas buscaban con su amor recuperarlos y reinsertarlos a la sociedad. En cambio otros estiman que en esas mujeres se oculta el deseo de controlar en la cama a incorregibles matones. Anhelan también heredar y compartir la fama de sus amantes. Algunas procuran saciar a los violadores para que más nunca posen sus miradas en otras mujeres.
Sobre la hibristofilia se tejen numerosas conjeturas que salpican a la industria del cine. Acusan a Hollywood como la responsable de convertir a conspicuos criminales en estrellas. Dicen que tal vez sea esta la única oportunidad de las hibristofílicas para enamorar a una celebridad de la cinematografía.
Mientras tanto Hollywood sigue en su búsqueda de criminales cuyas historias pudieran ser taquilleras. Cientos de mujeres también buscan a su novio criminal.