Tal vez existan dos nacionalidades británicas: la oficial, otorgadas a sus nativos y la nacionalidad otorgada por los estereotipos británicos. La máxima griega “Conócete a ti mismo”, no parece suficiente para descubrir la esencia de nuestros comportamientos. Se debería agregar: “Conoce tu estereotipo”, para lograr una visión completa de ese misterio que somos.
Los esquemas fijos que disponemos para descifrar la “britanidad” son privilegiadamente famosos. Esto quizás se deba a que al igual que los estadounidenses contemporáneos, los insulares también presuman de una “excepcionalidad británica.” Este sentimiento de sentirse especiales y todos los prejuicios que acarrea, promueven una fama ganada por glorias pasadas.
La cultura inglesa según algunos estereotipos británicos
A continuación una lista de opiniones preconcebidas que rodean a la etnia británica.
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La rigidez del labio superior
Esta imagen se encuentra vinculada con otro patrón de conducta “´típico inglés”, la famosa flema británica. Proviene de la idea de que una persona emocional o alterada tiene un labio superior tembloroso. No ocurre así con los ingleses, pues su capacidad de mantener sus emociones bajo control se refleja en sus labios. En honor a la verdad, los británicos, si se comparan con otras culturas, son muy cerrados emocionalmente. Toma mucho tiempo, confianza y trabajo duro para ser capaz de romper su acartonamiento.
Humor sarcástico
Pervive una tradición inglesa alimentada por la sátira de Jonathan Swift de Alexander Pope hasta George Orwell. La ironía y el sarcasmo pesado son los cimientos de los estereotipos británicos en el manejo de su humor. De hecho, aprender inglés en Inglaterra incluye una habilidad extra. Es necesario saber distinguir entre el tono sarcástico de tus amigos británicos y el intento de mantener una conversación seria. Dominar esta habilidad lingüística requiere mucho esfuerzo y años de experiencia en el Reino Unido.
La cultura del “I´m sorry”
Los británicos tienen la necesidad de disculparse por cualquier situación. Tanto así, que la palabra “sorry”, además de su significado esencial, posee varias acepciones. Puede usarse para saludar, equivalente a un “Hello”. Igual significa “no entiendo”, “no lo escuché”, “si lo escuché pero me molestan sus palabras” y “obstaculizas mi camino”.
Hablar del clima
A los hispanohablantes caribeños que aprenden inglés británico les resulta sorprendente el peso que tienen las lecciones dedicadas al clima. Se asume que sin una capacidad precisa para describir el clima es imposible mantener una conversación decente en “British English”. Es posiblemente el tema más hablado del país. Parte de los estereotipos británicos exigen un segmento dedicado a los avatares del cielo y el viento. Por lo menos diez minutos de conversación diaria deben dedicarse a descifrar los patrones climáticos.
Beber té
Gran Bretaña es la nación de los bebedores de té. En muchos ambientes laborables es indignante prepararse una taza de té sin ofrecer una ronda a todos los presentes. Beber té es un asunto serio en Gran Bretaña desde el siglo XVIII cuando cosecharon el té robado de China. Incluso el ritual sufrió un cambio de horario de cuatro de la tarde a cinco. Esto se realizó para incluir a la clase trabajadora en la sofisticada práctica.
La vida “posh”
El término del inglés británico refiere a la peculiar elegancia insular. Cuando muchos extranjeros se imaginan a un británico, ven acentos elegantes, grandes casas solariegas, sombreros de copa y frac. “Nos hemos vestido de la mejor forma posible…y ahora nos ahogaremos como caballeros”, dijo Benjamin Guggenheim en el Titanic. Los “gentlemen”habían renunciado a llevar chalecos salvavidas pues se los habían facilitado a las damas. Ahora, ataviados con esmóquines, esperaban la muerte en las gélidas aguas con absoluta calma, compostura y dignidad. El estereotipo es el un hombre de clase alta, inmaculadamente vestido con modales distinguidos. Ostenta una educación exquisita, aficiones refinadas, conversación elevada y cierto aire de desdén.
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A pesar de los intentos de los agentes sociales por erradicar los estereotipos, continuamos nutriendo su irrealidad. Los estereotipos británicos son más fáciles de manejar, incluso pueden ser falsamente divertidos. Nada es más difícil que extraer algo del imaginario colectivo. Preferimos la máscara y la caricatura al desierto de lo real.