Las cuevas de sal, aquellas desconocidas grutas situadas en territorio estadounidense, tuvieron que ser reabiertas por la pandemia.
La disminución en el consumo de hidrocarburos como consecuencia de una economía global paralizada provocó el pánico petróleo mundial.
El petróleo está tan barato que los productores pagan a los almacenistas para que les quiten los barriles de las manos. El crudo estadounidense se desplomó a menos de US$ 0. Es el precio más bajo desde 1983. Eso marca una impresionante disminución. Ni regalado lo quieren, sostienen analistas consultados por la BBC.
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El colapso histórico muestra que el mercado apuesta a que los recortes de producción de la OPEP son insuficientes para compensar la escasa provocada por la pandemia.
Parte de la caída en picada se debe al hecho de que el contrato de futuros de mayo expiró esta semana. Ya no hay espacio para almacenar tanto petróleo, refirió la agencia Bloomberg.
La pandemia desata la crisis
Frente a ese panorama la reserva estratégica de petróleo de Estados Unidos optó por utilizar las cuevas de sal. Se trata de enormes depósitos subterráneos donde se almacena la valiosa reserva de crudo estadounidense.
Tales cuevas surgieron como consecuencia del embargo petrolero que los países árabes impusieron a gobiernos occidentales en 1970. En esa ocasión los precios del crudo se cuadruplicaron. El impacto del embargo puso al descubierto una frágil infraestructura industrial estadounidense. La escases de crudo pudo de rodillas a numerosas empresas.
Pero en 1975, se estableció esta reserva estratégica con el fin proteger a Estados Unidos de las sacudidas del mercado petrolero mundial. La reserva estratégica estadounidense escogió como depósitos unas cuevas de sal situadas entre los estados Luisiana y Texas.
Tales grutas tienen una capacidad de almacenar 700 millones de barriles de crudo. El petróleo lo almacenan en 60 cuevas subterráneas enclavas en una roca salina.
Los almacenistas consideran que la sal es muy importante porque permite conservar el hidrocarburo sin que se dañe. Se trata del almacén ideal. Su costo de mantenimiento se sitúa en el orden de los 200 millones de dólares anuales. Los expertos concuerdan que se trata de la mayor reserva petrolera del mundo.
Cuevas como alternativa
Quienes negocian con el crudo suelen almacenarlo en esas cuevas de sal para sacarlo a la venta cuando el precio internacional está muy alto.
China a diferencia de Estados Unidos carece de cuevas de sal. Por ello optó por construir gigantescos tanques en toda la geografía del país. Según la agencia Bloomberg el país asiático tiene una capacidad de almacenamiento de 500 millones de barriles.
Debido a la falta de espacio para almacenar el petróleo, en la actualidad se exploran diferentes opciones. De acuerdo con la agencia Reuters se utilizan unos sesenta supertanqueros anclados en cerca del Golfo de México y Singapur.
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La demanda de estos buques se incrementó en 670% en los últimos días. Cada uno tiene la capacidad de albergar tres millones de barriles. Los analistas estiman que es difícil parar la producción de petróleo, pero también resulta incierto reactivar la economía en tiempos de coronavirus.