Cuando los ordenadores presentan fallas de conectividad, la gente suele mirar al cielo para atribuirlo al wifi, pero el gran secreto de Internet está en el fondo del mar.
Hoy en día, alrededor de 380 cables submarinos con una longitud de 1,2 millones de kilómetros hacen posible que las personas se comuniquen. En las profundidades de los mares permanece esa fuerza invisible que está financiada por gigantes de Internet como Facebook, Google, Microsoft y Amazon.
En el año 2012 el huracán Sandy golpeó la costa este de Estados Unidos. El fenómeno afectó los cables submarinos unían América del Norte con Europa.
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“Fue una interrupción importante”, comentó Frank Rey, director de estrategia de red global para la división de Infraestructura y Operaciones de la nube de Microsoft.
“Toda la red entre América del Norte y Europa se aisló durante varias horas. La tormenta sacó a la luz un potencial desafío en la consolidación de los cables transatlánticos”, dijo en esa ocasión.
Sin embargo, para colocar el cable nuevo Microsoft escogió la costa de Virginia, lejos de Nueva York. No obstante, cada año se registran cerca de 200 fallas atribuidas a los humanos.
El secreto de Internet
“Dos tercios de las fallas del cable son causadas por actividades humanas accidentales. Redes de pesca y arrastre y también anclas de barcos”, expresó Tim Stronge, vicepresidente de investigación de TeleGeography.
La otra categoría son los desastres naturales como los huracanes, los terremotos y los deslizamientos en el fondo del mar. En 2006 un terremoto de magnitud 7,0 en las costas de Taiwán cortó ocho cables submarinos. El sismo provocó la interrupción de Internet en Taiwán, Hong Kong, China, Japón, Corea y Filipinas.
Stronge explicó el secreto de Internet. Dijo que la mayoría de las personas ni siquiera se percatan de las fallas. Todo ello porque las empresas de telecomunicaciones toman en cuenta estas contingencias. Las empresas que dependen en gran medida de los cables submarinos distribuyen sus datos a través de múltiples rutas.
De modo que si un cable se interrumpe, los clientes no quedan aislados. Las comunicaciones satelitales son más lentas que las que permiten los cables submarinos de fibra óptica.
Después de 30 años de su puesta en marcha, Internet conecta a millones de personas a través de cientos de cables. Todo nació del ingenio de Tim Berners-Lee, un ingeniero británico quien en 1989 presentó su idea de crear una red informática global. Él desarrolló el lenguaje de hipertexto o HTML, el HTTP (protocolo de transferencia de información en la red) y el identificador de cada página web o URL. Además creó el primer navegador web y el primer servidor.
Poblaciones incomunicadas
Pero hoy para que todo sea posible y a gran velocidad los cables submarinos son vitales. Algunos de ellos son cortos, pero otros como el que une Asia y Norteamérica, llega a los 20.000 kilómetros de longitud.
El primero lo instalaron en 1996. Conectó Estados Unidos con el Reino Unido. El más hondo se ubica en Japón, a 8.000 metros de profundidad.
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No obstante, en la actualidad alrededor de la mitad de la población mundial carece de Internet. Otras permanecen incomunicadas.
Los expertos lo atribuyen a la censura de los gobiernos dictatoriales que censuran el libre acceso a la información. También a las administraciones corruptas que mantienen el subdesarrollo tecnológico.
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