Un ordenador se encargó de poner en contexto la historia del niño refugiado Alphonso Davies quien desde hace algunos meses encandila al fútbol europeo.
Más allá del palmarés de ese mirlo blanco, la historia del emigrante liberiano es una vida de película. Las portadas de los prestigiosos medios aseguran que es una mezcla de Usain Bolt y Zinedine Zidane. Velocidad y elegancia, todo en la misma caja.
Liberia, Costa de Marfil, Ghana, Canadá y Alemania forman parte de la odisea de la familia Davies. Alphonso nació en el año 2000 en el campo de refugiados de la ciudad de Buduburam, Ghana. Allí llegaron sus padres después de huir de la encarnizada guerra civil liberiana.
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Los primeros cinco años del niño refugiado transcurrieron en ese asentamiento temporal. A pesar de las dificultades del campo de refugiados, en Liberia las cosas eran distintas. «El panorama era temible. Debías pasar por encima de los cadáveres para ir por comida». Así lo recuerda su madre Victoria, en el documental Becoming Canadian: The Alphonso Davies Story, elaborado por el equipo Vancouver Whitecaps de la MLS.
“Para sobrevivir tenías que empuñar un arma y no estábamos dispuestos», contó Debeah Davies, padre de Alphonso. Mientras trascurrían sus días en aquel campo de refugiados de Buduburam le propusieron macharse a Norteamérica.
El viaje del niño liberiano
«Era un programa de reestablecimiento y me dijeron que debía rellenar un formulario para Canadá. No lo conocía ni conocía a nadie de allí, pero dije ok», añadió Debeah.
Desde ese momento un ordenador del sitio web Transfermarkt comenzó a seguirlo. Aquel chico por quien nadie apostaba nada por él, pronto costaría 60 millones de euros.
A Alphonso lo escolarizaron en cuanto llegó en 2006 a la ciudad de Edmonton, Alberta. Sus primeros pasos como futbolista los dio en varios equipos locales. Luego el niño liberiano hizo historia como el primer jugador nacido en la década de 2000 en jugar en la MLS.
Según el diario alemán Bild, un ordenador permitió que el ahora ciudadano canadiense llegara al Bayern de Muchic. El sistema informático del equipo bávaro los puso en alerta. Les indicó que un niño refugiado de apenas 15 años había debutado como profesional. Y desde entonces los scouts del campeón de la Bundesliga comenzaron a seguir a Davies.
El padre de Alphonso tuvo que autorizar el contrato para que su hijo se convirtiera en profesional. “Firmé lo que ellos y él querían que firmara. Estaba impresionado y contento por Alphonso», recuerda Debeah.
Un ordenador del Bayern
El ordenador del área deportiva del Bayern, también les indicó que el chico inmigrante además posee unas rápidas piernas. Casi supera el record de velocidad del medallista olímpico Usain Bolt. Luego el Bayern lo contrató en 2018 y a partir de ese momento la amarga historia Davies se transformó en un cuento de hadas.
Ahora es el jugador más rápido en la historia de la Bundesliga. Los informes señalan que el niño refugiado del Bayern pasó también por Free Footie. Se trata de una organización que trabaja pequeños vulnerables de Edmonton que les brinda la oportunidad de hacer deporte en un entorno seguro.
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Su progresión le permitió que le otorgaran la nacionalidad canadiense y lo convocaran para representar a la Selección Nacional. Durante las semifinales de la Champions League, el Bayer le propinó una derrota histórica al equipo culé.
Tras la goleada 8-2 el niño refugiado acudió su ídolo Leonel Messi para pedirle la camiseta. Pero la estrella argentina se negó a darle su playera a uno de los mejores carrileros del planeta.