Las protestas masivas que están sacudiendo Londres están a cargo de Extinction Rebellion (ER), los responsables de este movimiento social ambientalista.
Se trata de un movimiento creado en Reino Unido con el principal objetivo de influir en las políticas medioambientalistas globales mediante protesta pacífica.
Los activistas se han concentrado en localizaciones claves de Londres para bloquearlas como; Oxford Circus, Warerloo Bridge, los alrededores del Parlamento, el Museo de Historia Natural y la plaza de Marble Arch.
El grupo Extinction Rebellion lleva protestando 9 días continuos y tienen previsto continuar así hasta el 29 de abril.
Londres protesta pacifica
Aunque se trata de una de protestas pacíficas van más de mil detenidos en estas concentraciones y 53 individuos acusados de cargos formales.
Las manifestaciones pacíficas incluyen métodos como obstruir las carreteras, bloquear trenes, subir a autobuses; situarse frente a las ruedas de camiones o encima de ellos pegados a tu techo con pegamento.
Los activistas también se han organizado para llevar plantas y árboles que podrían desaparecer a los puntos de concentración. El pasado lunes, los manifestantes bloquearon puentes, arrojaron pintura a la casa de primera ministra y marcharon semidesnudos.
El principal objetivo de Extinction Rebellion, es que el gobierno británico adopte medidas más drásticas para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Están programando hacer una acampada masiva que paralice el centro de Londres durante por lo menos una semana continua.
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Quieren que el ejecutivo declare un estado de emergencia ecológica extremo y que para el año 2025 se reduzca a cero la emisión de CO2; además de crear una asamblea ciudadana para lidiar con las decisiones que afecten al calentamiento global.
“Mostrad respeto al resto de ciudadanos; no recurráis nunca a la violencia, ni verbal ni física; no os ocultéis el rostro; asumid la responsabilidad y las consecuencias que conlleva saltarse la ley; y nada de alcohol ni de drogas en estas premisas” explica Nick Onlley, uno de los voluntarios fundadores de ER.
Fuente: Redacción/El País
