Aquella guerra a muerte que marcó el destino de la península en los años 50 resucita hoy en una imberbe guerra de globos.
De los misiles y las balas que diezmaron a las dos naciones entre 1950 y 1953 sólo queda el desaliento, la insidia y el rencor. De poco valen las cumbres y los acercamientos para que cesen las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur.
A la memoria vuelven los irreparables episodios de la Guerra Fría que derivaron en la muerte de tres millones de civiles. Poco antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética dividieron a Corea y se la repartieron.
Ambas potencias mundiales trazaron la frontera en el paralelo 38. Corea del Norte quedó a cargo de la Unión Soviética y a Corea del Sur le tocó a Estados Unidos. Desde entonces estalló la guerra a muerte por la supremacía.
A lo largo de los años diversos han sido los altercados en la península coreana pese a la existencia de una franja desmilitarizada. Pero la imberbe guerra de globos tiene la varios años.
Histórica guerra a muerte
En julio de 2010, activistas conservadores surcoreanos arrojaron globos hacia el norte. Cada año, los activistas políticos envían miles de folletos, DVD y memorias flash a través de la frontera hacia Corea del Norte. Intentan despertar a sus vecinos para que reaccionen frente a la tiranía que rige los destinos del norte.
Hace algunas semanas el gobierno de Corea del Norte anunció que tiene millones de panfletos de propaganda listos para enviar a la vecina del sur en globos. Poco antes emitió encendidas condenas contra Corea del Sur a causa de folletos que los desertores norcoreanos instalados al sur envían a través de la frontera. Los panfletos suelen viajar en globos.
Pyongyang anunció que congelará sus relaciones con la parte sur de la península. Antes de formalizar su queja dinamitó una oficina de enlace en su lado de la frontera que simbolizaba el acercamiento intercoreano. Además amenaza reforzar su presencia militar en la Zona Desmilitarizada.
De acuerdo con los analistas, la guerra a muerte persiste porque los panfletos insultan la dignidad de su líder Kim Jong Un. Por ello, se apresta a tomar represalias con la “mayor distribución de panfletos contra el enemigo”, informó el lunes la agencia oficial de noticias central coreana KCNA.
De los tiros a los folletos
En total, se han producido “12 millones de folletos de todo tipo que reflejan la ira y el odio de las personas de todos los ámbitos de la vida”, señaló la agencia. Para ejecutar la guerra de globos tienen preparadas 3.000 unidades que transportarán los panfletos.
Desde que culminó la guerra de Corea las dos partes de la península solían enviar folletos al otro lado de la frontera. Sin embargo, acordaron interrumpir esas acciones. También pactaron suspender las transmisiones de altavoces, en la Declaración de Panmunjom, en 2018. La guerra a muerte está allí presente, pero en un escenario hasta infantil.
Tras la cumbre de Hanói en 2019 las relaciones intercoreanas se congelaron. Los analistas consideran que el régimen norcoreano halló en la guerra de globos una excusa para endurecer su estrategia de presión en la fracasada cumbre sobre desnuclearización.
“Se acerca el momento de la represalia”, señaló la agencia norcoreana al anunciar la infantil confrontación aérea. Por lo pronto nadie se atreve a disparar, pues las consecuencias serían desastrosas.