Otra rotura del cono del volcán Cumbre Vieja, esta vez sobre sí mismo, forma una fuente de lava de 600 metros. Se ha producido tras un terremoto de magnitud 4’8 que se ha sentido en La Palma y en otras cuatro islas del Archipiélado canario
La Palma tiembla cada día más. En la última jornada se han registrado 184 terremotos. Además el magma cada vez golpea más cerca de la superficie, el último se produjo a 12 kilómetros de profundidad. Los expertos consideran que la sismicidad es el mayor riesgo que ahora vive la isla española. Avisan de que los seísmos pueden llegar a alcanzar una intensidad de 6.
Un terremoto de magnitud 4,8 localizado este martes en el municipio de Mazo y a 34 kilómetros de profundidad fue sentido en toda la isla canaria de La Palma, en algunos puntos con intensidad IV, y también en las islas españolas de La Gomera, El Hierro y Tenerife.
Este es el segundo movimiento sísmico en magnitud, al igual que otros dos anteriores, de cuantos se localizaron en La Palma desde que el pasado 19 de septiembre se iniciase una erupción volcánica en la zona de Cabeza de Vaca, en el sistema de Cumbre Vieja.
Han recomendado a la población que se aleje de las fachadas de los edificios si circula por la calle, aminore la conducción en la carretera o evite estar cerca de las ventanas.
Con tantos terremotos la isla ha crecido 10 centímetros en algunas zonas. Una elevación del suelo que podría deberse a una posible acumulación de magma en capas superficiales que podría ir acompañada del cierre o apertura de algún punto de emisión.
El volcán sigue emitiendo miles de toneladas de dióxido de azufre y los umbrales de calidad del aire se han superado de forma temporal. Sin embargo la lava no se ha extendido por zonas muy distintas a las que suele recorrer. A pesar de que ayer se desprendiera de nuevo una buena parte del cono y hubiera desbordamientos. La lava solo ha arrasado media hectárea más en 20 horas, superando las 906 hectáreas.
Tampoco cambia la estimación del daño que las diferentes coladas provocaron en las carreteras de esta isla de España: desaparecieron 66,2 kilómetros y otros 3,4 se vieron parcialmente dañados.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ya indicó ayer, lunes, que la orientación de las nuevas grietas del cono principal por las que mana la lava a borbotones es óptima en cuanto a que las coladas no se sigan ensanchando y aumenten los daños materiales ya causados.
Este es el trigésimo tercer mapa que elabora el sistema Copernicus desde el comienzo de la erupción volcánica en Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre.
Mientras la vida sigue y al delta lávico o fajana que se formó ya han vuelto algunas de las especies que huyeron cuando la lava entró al mar.
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