Este martes, Sánchez e Iglesias se reencontraran en el Congreso tras mas de 15 días sin hablar. Según se prevé, Iglesias se prepara para ir tras las la dirección de las carteras sociales.
Desde el pasado 8 de mayo, el escenario ha cambiado bastante; teniendo en cuenta la salida de Iglesias de La Moncloa, creyendo que esta era la oportunidad de entrar al Gobierno.
Para el PSOE, la movida pudo verse como una estrategia para asegurar los 42 escaños de Unidas Podemos; Pese a que no era una opción favorita, Iglesias dijo:
“Nos hemos puesto de acuerdo en que vamos a trabajar para ponernos de acuerdo”
La tensión creciente se hace evidente, Sánchez jugando a ampliar el “ampliar el espacio”; presionando a Ciudadanos y PP, para abstenerlos y rebajar el precio de Iglesias.
Así mismo, desde La Moncloa, insisten en apartar de la mesa, la posibilidad de algún ministerio para Podemos. También se considera una geometría variable, para hacerse espacio en el centro político.
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A pesar de que las preocupaciones de que un desacuerdo genere una «legislatura infernal»; que entre los partidos apliquen para intentar contrarrestarse unos a otros; y que por ende, Sánchez quede en manos un Albert Rivera indispuesto; La Moncloa mantiene su estrategia de presión socia y mediática para hacer desistir a Iglesias.
Este martes, Sánchez se hace cargo de la negociación con Iglesias, Rivera y Pablo Casado. Ademas, hoy, el PSOE, elige una comisión para negociar con grupos mas reducidos.
Podemos se espera una negociación que los desgaste; sin embargo, no se planea desistir en el empeño de entrar al gobierno por medio de las carteras sociales.
