Realizar un viaje a Islandia implica multiplicidad de experiencias, pero sobre todo a las parejas lesbianas donde encuentran el elíseo de la homosexualidad.
Islandia posee una comunidad lésbica bastante activa. No solo por haber tenido a una exprimera ministra, Jóhanna Sigurðardóttir, de orientación gay. Allí la homosexualidad está ampliamente aceptada y normalizada.
De hecho hasta hace algunos años nadie se imaginaba un crucero para lesbianas. La empresa Olivia, radicada en Estados Unidos y especializada en el mercado de lesbianas, fue la pionera en organizar un viaje a Islandia. El mercado gay tiene una demanda asegurada en ese país insular nórdico.
Las parejas lesbianas no solo llegan en busca de espectaculares paisajes con volcanes, géiseres, termas y campos de lava. A Islandia la consideran como una nación progresista y tolerante en lo que respecta a los derechos LGBT. El matrimonio entre personas del mismo sexo lo legalizaron en junio de 2010.
Reikiavik, situada en la costa de Islandia, es la capital del país y su ciudad más grande. Dispone de hoteles gay friendly, saunas, bares y todo lo que el colectivo gay busca. El orgullo gay en Islandia se celebra a principios del mes de agosto con un desfile gay que reúne a más de cincuenta mil personas en el centro de la ciudad.
Lesbianas en el desfile del Orgullo
Desfile del Orgullo de Reykjavík es un evento que atrae a más de 100.000 invitados de todo el mundo. Islandia se convierte entonces en destino preferido para aquellas personas que desean conocer a los que rompieron con estereotipos, prejuicios y críticas en razón de la orientación sexual.
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Además a Islandia lo consideran como el mejor país para que viva la mujer. Un viaje a Islandia te sacará de dudas La igualdad en el mercado laboral es un aspecto importante en este sentido. Allí la discriminación salarial basada en el género la tiene muy difícil. Cualquier compañía con 25 o más empleados deberá certificar la igualdad de salario cada año.
Jóhanna Sigurdardottir, fue la primera jefa de gobierno reconocida como LGBT del mundo. En 1970, Jóhanna se casó con Þorvaldur Steinar Jóhannesson, con quien tuvo dos hijos.
Un viaje a Islandia
Sin embargo, la pareja se divorció y Jóhanna se declaró públicamente lesbiana. Desde entonces se enamoró de la escritora y dramaturga Jónína Leósdóttir. Ambas celebraron uno de los primeros matrimonios entre personas del mismo sexo en Islandia. Contrajeron nupcias el 27 de junio de 2010, el mismo día en que entró en vigor una ley promovida por el gobierno de Jóhanna.
La exprimera ministra confiesa que a ella misma le costó 15 años en tomar la decisión de salir del armario. Por ello no se considera un buen ejemplo para las lesbianas. Durante sus charlas admite que su pareja le insistía en que reconociera públicamente su inclinación sexual. Ambas comenzaron a vivir en pareja en el año 2000.
Su compañera Jonina escribió un libro basado en la relación de pareja titulado Johanna and I. Con frecuencia la pareja ofrece charlas en lugares donde los LGTB+ no pueden disfrutar de los mismos derechos.