Hoy 21 de junio se producirá el solsticio de verano; será el día más largo del año en el hemisferio norte y traerá consigo la llegada del verano astronómico.
Que se prolongará hasta el 21 de septiembre; aun así, en el hemisferio sur, noches largas, días cortos y comienza el invierno.
Sin embargo, la duración del solsticio de verano 2019 será de 93 días y 15 horas; por lo que terminará el 23 de septiembre que será cuando de comience oficialmente el otoño 2019.
¿Qué es el solsticio de verano?
El Sol llega a su mayor o menor altura aparente en el cielo.
Durante el solsticio de verano, la altitud del Sol y la duración del día es la más larga del año y en el solsticio de invierno ocurre lo opuesto. La excepción son los dos polos.
En cierto modo, el solsticio de verano también corresponde al de más horas de luz del año.
Alrededor de esa fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquel en el que se pone más tarde; entre esas fechas se encuentran el 20, 21 o 22 de julio.
Día más largo del año
Será un día de más de 13 horas de duración , este 21 de junio será el día más largo del año para todas las personas que viven en el hemisferio norte; con el inicio del solsticio de verano.
Este viernes, la luz del Sol durará aproximadamente 13 horas y 23 minutos, cuando la primavera haya concluido.
El astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa expuso que el solsticio de verano iniciará en este viernes; momento en el que el Sol tendrá su mayor desplazamiento hacia el norte del planeta Tierra.
Es motivo de antiguas celebraciones.
El solsticio de verano ha sido reconocido y celebrado por muchas culturas a lo largo y ancho del mundo.
Cabe destacar, que los antiguos egipcios, por ejemplo, construyeron las grandes pirámides de forma que el Sol; también visto desde la esfinge se situase exactamente entre dos de las pirámides en el solsticio de verano.
La cultura inca celebraba su correspondiente solsticio de invierno con una ceremonia llamada Inti Raymi; que incluía ofrendas de comida y sacrificios de animales e incluso de personas.
Recientemente, los arqueólogos han descubierto restos de un observatorio astronómico en una ciudad maya enterrada en Guatemala; en la que los edificios estaban diseñados de modo que se alineaban con el Sol durante los solsticios.
Durante esos días, la población de la ciudad se resguardaba en el observatorio para contemplar a su rey dando órdenes a los cielos.
Y quizás el más famoso, el monumento de Stonehenge en Reino Unido; también ha sido asociado con los solsticios de verano e invierno durante más de 5.000 años.
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