Dubai, ese pomposo emirato que durante décadas se distinguió como la meca del lujo, languidece al compás de la pandemia que corroe al mundo.
Los vasos de plástico y platos de cartón constituyen una herejía que los ricos y famosos no están dispuestos a tolerar. Las medidas sanitarias contra el coronavirus acabaron suntuosidad de aquella urbe que integra a los Emiratos Árabes Unidos. Los trabajadores de Dubai temen que sus días estén contados.
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El esplendor quedó atrás en la costa del golfo Pérsico. La ciudad con una ultramoderna arquitectura y restaurantes 5 estrellas no es la misma con servilletas de papel. Los grandes comercios intentan sobrevivir frete al férreo distanciamiento social. Para estar confinados muchos prefieren quedarse en casa.
En un conocido restaurante de la meca del lujo se observa a los lustrosos camareros recorren distanciados las mesas. Sirven los costosos vinos en vasos desechables y los manjares en rústicos platos. Las imágenes colgadas en YouTube parecen una burla.
Dubai en bancarrota
«La próxima vez puede traer sus propios cubiertos», recomendó un camarero a unos comensales. Y es que ricos no se atreven a andar por ahí con unos cubiertos en los bolsillos. Aún así Dubai pretende retornar a la normalidad relativa. Las restricciones de los vuelos se transformaron en un devastador misil que impactó el comercio, su zona de flotación.
«El lujo ya no es tan lujoso», declaró una sueca de 31 años al corresponsal de la agencia AFP. «No creo que las cosas vuelvan a la normalidad hasta dentro de mucho tiempo», pronosticó.
Dubái presume de tener la economía más diversificada del Golfo Pérsico. Por ello se ganó la fama de ser un verdadero centro financiero, comercial y turístico. Sin embargo, la pandemia socavó a sus restaurantes de lujo, discotecas y sus extraordinarios hoteles.
Algunos analistas consideran que la meca del lujo quedará para el recuerdo. Pero otros más optimistas estiman que cambiarán las costumbres y la manera de consumir y divertirse.
Por lo pronto Dubai se reintenta y trata de sobrevivir con los servicios delívery. El ambiente describe restaurantes y clubes vacíos que ahora exploran el negocio de los chefs a domicilio. Ahora la meca del lujo toca la puerta de sus confinados clientes. Por lo pronto los ricos y famosos tienen que conformarse con deleitar sus paladares dentro de las habitaciones.
Descuentos y ofertas
La pandemia obligó a las autoridades sanitarias de Dubai a tomar serias acciones. Los escasos turistas deben llevar tapabocas mientras que las grandes discotecas quedaron maniatadas por un toque de queda nocturno.
Tras la desescalada se permite que la gente acuda a las playas, uno de los mayores atractivos del emirato. Además la consultora STR Global estima que el 30% de los puestos de trabajo de la industria hotelera de Dubái se perderán probablemente en los últimos meses.
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Por primera vez en la historia los apoteósicos hoteles comenzaron a hacer descuentos a sus clientes para que se queden. La ausencia de turistas los condena a la ruina. Mientras tanto los bares que solían estar repletos en pleno verano se encuentran cerrados.
Desde comienzos de abril, Dubái comenzó con un plan de desinfección de sitios públicos, pero ya su suerte estaba echada.