El atletismo, particularmente la carrera a pie, es un deporte de resistencia que consiste en cubrir una distancia determinada en el menor tiempo posible. El atletismo y sus modalidades, como las carreras en pista, en ruta o asfalto, y en montaña, cada una con sus características y desafíos específicos.
Tipos de distancia en el atletismo
Las carreras se clasifican principalmente según la distancia. En atletismo, las competiciones más comunes incluyen distancias de 5 km, 10 km, 21 km (media maratón), 42 km (maratón), y pruebas de larga o ultra distancia.
Existen también otras carreras de distancias variadas, como el cross o la milla urbana como el CLX Night Run en Venezuela, aunque las mencionadas previamente son las más habituales, especialmente en rutas asfaltadas.
El entrenamiento para cada tipo de carrera debe adaptarse a la distancia específica. Sin embargo, hay elementos esenciales que se deben desarrollar independientemente de la distancia a competir, como las capacidades limitantes y específicas, las cuales son fundamentales para un rendimiento óptimo del atletismo y sus modalidades.
Las capacidades limitantes son aquellas que deben alcanzar un nivel mínimo para poder practicar el deporte sin restricciones. En cambio, las capacidades específicas son las que se desarrollan específicamente en la práctica del atletismo y están condicionadas por las limitantes.
En general, las capacidades limitantes, como la fuerza máxima, la capacidad aeróbica, la flexibilidad, la fuerza resistencia y el umbral anaeróbico, son comunes en todas las pruebas de atletismo, desde los 5 km hasta los 42 km. Estas capacidades son esenciales para cualquier corredor que busque mejorar su rendimiento en el atletismo y sus modalidades.
El método F.A.S.T.
El método de entrenamiento F.A.S.T. combina ejercicio convencional con electroestimulación activa, ofreciendo una forma efectiva de complementar cualquier entrenamiento deportivo. Este enfoque permite una activación más completa de las fibras musculares, lo que se traduce en mejoras tanto a nivel muscular como metabólico para el atletismo y sus modalidades.
Para los atletas, la incorporación del método F.A.S.T. en su rutina es clave para mejorar la fuerza, prevenir lesiones y favorecer la rehabilitación. Dado que la fuerza es una capacidad crucial en el atletismo, trabajarla de manera efectiva es fundamental para evitar lesiones y mejorar el rendimiento.
La fuerza, desde un enfoque fisiológico, es la capacidad del sistema nervioso y muscular para generar tensión. Existen tres tipos principales de fuerza en el atletismo: fuerza máxima, fuerza velocidad y fuerza resistencia.
La fuerza puede manifestarse de forma isométrica (sin cambio en la longitud del músculo) o anisométrica (con variación en la longitud del músculo), siendo esta última más común durante el ejercicio dinámico.
El entrenamiento de fuerza aporta numerosos beneficios, como la mejora en los patrones de reclutamiento neuronal, la activación del sistema nervioso central y la sincronización de las unidades motoras. Además, este tipo de entrenamiento puede ayudar a prevenir lesiones y mejorar el rendimiento deportivo.
Incorporar el método F.A.S.T. en la planificación del entrenamiento de atletismo es una excelente manera de complementar los ejercicios de fuerza, aumentar el rendimiento y reducir el riesgo de lesiones.
Además, este método es especialmente útil en la rehabilitación, ya que permite continuar el entrenamiento minimizando el impacto en las articulaciones y tejidos. Los entrenamientos con F.A.S.T. son personalizados y supervisados por profesionales en ciencias del deporte, asegurando que cada atleta reciba la orientación adecuada para alcanzar sus objetivos.