Omar Hasán Al Bashir, presidente de Sudán, este jueves presento su dimisión; para abrir el paso hacia un consejo de transición que gestionara la dirección administrativa del aparato del estado.
La dimisión ocurre bajo la presión de las manifestaciones y levantamientos populares en su contra; que desde diciembre del año pasado, llevan exigiendo la renuncia de su cargo, que viene ocupando desde 1989.
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A primera hora de la mañana, en las carreteras y lugares estratégicos de Jartum, la capital; se han desplegado operativos del Ejercito de Sudán; considerando el resguardo alrededor de la sede del Ministerio de Defensa de Sudán, luego de la dimisión de Al Bashir.
En Jartum, los miles de manifestantes reunidos ante el edificio del Ministerio de Defensa; coreaban al unísono la consigna:
«¡Ha caído, hemos ganado!»
Por los medios de radio y televisión, se transmiten música patriótica y marchas militares; lo que ha llevado a la retrospectiva a los sudaneses más maduros, a recordar las épocas de antaño; cuando las revueltas en el país africano eran asiduas entre golpes militares.
Muchas situaciones antecedieron la salida de Al Bashir
En 1989, por medio de un golpe de estado, Al Bashir, paracaidista del ejecito para entonces; se hace del poder del estado en Sudán.
Desde que gobierna en el país africano; ha generado división por su cuestionable forma de abordar las frecuentes crisis dentro del país; sobre todo en su enfrentamiento político con Occidente.
Desde 1993, por el decadente manejo de políticas de Al Bashir, Sudán sufrió su mayor periodo de aislamientos; causando que Estados Unidos incorporó al país en su lista de países patrocinantes de terrorismo; por haber dado refugio a terroristas islamistas.
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El Tribunal Penal Internacional, imputó a Al Bashir por cargos de genocidio; cuando comenzó la campaña contra la insurgencia en 2003 en la región sudanesa de Darfur.
Los niveles de descontento popular alcanzaron sus niveles más altos el pasado fin de semana; cuando miles de manifestantes protestaron e incluso acamparon frente al Ministerio de Defensa, en el centro de la capital.
El martes se vivieron enfrentamientos entre militares; que protegían a los civiles manifestantes, mientras que los agentes de seguridad y de inteligencia, reprimían las protestas.
Las incidencias que dejaron estas eventualidades fue de once muertos; incluyendo seis militares, según la información que antecedió el gobierno.
El país africano se había visto envuelto desde el 19 de diciembre del año pasado, en protestas contra Al Bashir; que iban motivadas por los intentos de este último en subir los precios de los rubros básicos; y además por el desatamiento de la crisis económica, que hizo escasear el combustible y el dinero en efectivo.
Fuente: eitb/Redacción