Un barco petrolero iraní se preparaba para zarpar desde aguas venezolanas con 2 millones de barriles de crudo pesado proporcionados por PDVSA el 16 de octubre. Es en el marco del acuerdo entre la petrolera venezolana y la iraní National Iranian Oil Company.
El convenio contempla el intercambio de crudo pesado venezolano por el condensado iraní.
El transportista Dino I, operado por NIOC, terminó de cargar el petróleo venezolano en el puerto José de PDVSA el 15 de octubre por la noche, según publica la agencia Reuters.
El intercambio proporciona a la nación de la OPEP un suministro estable de material de mezcla necesario para convertir su petróleo extrapesado en grados exportables. Como parte del acuerdo, también se entrega petróleo pesado a Irán para mezclar, refinar o comercializar a clientes asiáticos.
El contrato podría ayudar a PDVSA a asegurarse una fuente estable de diluyentes y estabilizar las exportaciones de crudo del Orinoco. De tal modo, podría por fin refinar su propio crudo ligero y fabricar combustible para automóviles.
Todo el intercambio ocurre bajo la atenta mirada de Estados Unidos que en los últimos años ha vuelto a imponer sanciones a las entidades estatales iraníes, incluida NIOC, y que en 2019 incluyó a PDVSA en la lista negra.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos había declarado a Reuters en septiembre pasado que «el comercio bilateral de petróleo podría ser una violación de las sanciones de Estados Unidos a ambos países».
PDVSA ya había enviado en septiembre 1,9 millones de barriles de crudo pesado Merey al superpetrolero Felicity con bandera iraní.
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