Hay muchas razones para creer que el regalo del fuego de Prometeo a los hombres, trajo consigo al perro. A las múltiples tareas en las cuales esta mascota nos ayuda, se le añade la posibilidad de detectar el coronavirus. El perro bombero, el lazarillo, el atrapa inmigrantes ilegales, el detector de drogas y ahora el detector de virus.
Como suele hacerlo toda gran adversidad, la pandemia actual ha generado mucha creatividad e ingenio para enfrentarla. Ejemplo de ello es el proyecto de que desarrollan científicos del Instituto de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LHTSM.) La investigación proyecta el entrenamiento de canes para diagnosticar mediante el olfato a personas afectadas por la COVID-19.
El proyecto de micromecenazgo aspira entrenar perros que puedan identificar incluso a las personas asintomáticas en un lapso de dos meses.
Un buen olfato para detectar el coronavirus
Su optimismo en el proyecto se fundamenta en los antecedentes de estos mamíferos para detectar enfermedades. Las cariñosas mascotas han demostrado ser uno de los más efectivos biosensores del planeta. Los perros pueden detectar la presencia de la malaria en el olor humano, incluso sin presentar síntomas. Igualmente su empleo como detectores olfativos ha sido efectivo en casos de cáncer y Parkinson. Detectar el coronavirus podría ser el próximo paso.
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«Es una etapa muy temprana», dice James Logan, jefe del Departamento de Control de Enfermedades de LSHTM. «Sabemos que las enfermedades tienen olores, incluyendo enfermedades respiratorias como la gripe, y que esos olores son distintos. Hay una muy buena posibilidad de que el Covid-19 tenga un olor específico. Si es así, estoy realmente seguro de que los perros serán capaces de aprender ese olor y detectarlo»
Husmear el estrés oxidativo
El equipo de Logan considera que el estrés oxidativo provocado por las infecciones sería la fuente de los olores detectables.
«El estrés oxidativo puede liberar compuestos en la sangre a través del aliento y la piel», dice Logan. «Pensamos que está relacionado con la respuesta del estrés a una infección y que produce diferentes químicos volátiles. Estos químicos se liberan en la sangre y se hacen detectables por los perros. Pero no sabemos cuál es el mecanismo».
El grupo de investigadores trabaja con un número pequeño de canes porque no todo ejemplar posee las características requeridas. Se seleccionan aquellos animales que dispongan de un agudo sentido del olfato para realizar las pruebas. Algunos de ellos, ya tienen experiencia en la identificación de personas palúdicas.
El tiempo que toma alistar los perros
Desarrollar la capacidad de detectar el coronavirus en los perros podría tomar de un mes a seis semanas. En ese lapso desarrollarían los mecanismos para diferenciar a las personas sin infección o con resfriados comunes.
«Tenemos cuatro o cinco perros listos para entrenar ahora mismo», dice Logan. «Si pudiéramos desplegarlos en un mes o dos, podríamos examinar de 4.000 a 5.000 personas por día.”
Frente a carencias de otros mecanismos detectores, los perros entrenados podrían ser desplegados en lugares de tránsito masivo. En aeropuertos, estaciones ferroviarias y otros centros de desplazamiento, los biosensores cuadrúpedos identificarían portadores asintomáticos del coronavirus.
Ojalá esta nueva tarea asignada a los perros, nos ayude a desarrollar nexos comunicativos más con esta especie. Hasta ahora, el perro ha demostrado servir para casi todo y ha cargado sobre su lomo difíciles tareas. Nos toca a los humanos, explorar con mayor intensidad el humilde y dulce corazón de este compañero de vida.