El significado de la estadía de los Beatles en Hamburgo se aprecia en una afirmación de John Lennon sobre Liverpool. Le habían preguntado sobre la influencia de esa ciudad en sus primeros años de vida. Lennon respondió: “Yo no crecí en Liverpool, yo crecí en Hamburgo.”
Nombrar a la ciudad inglesa remite casi automáticamente a la icónica banda. Su identidad está anclada en ellos: “la cuna de los Beatles.” No obstante, le corresponde a la ciudad alemana de Hamburgo haber sido su lugar iniciático. En Hamburgo perfeccionaron sus habilidades musicales, ampliaron su reputación y realizaron su primera grabación.
Cuando los Beatles llegaron en agosto de 1960, el resurgimiento de la posguerra de Hamburgo estaba empezando. En ese entonces eran cinco: John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Stuart Sutcliffe y Pete Best.
La iniciación de los Beatles en Hamburgo
La ciudad que los recibió venía creciendo a partir de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial. Su reputación en Europa era la de una ciudad de vicio y crimen. Pero en contraste con la económicamente deprimida Liverpool de la posguerra, Hamburgo era una ciudad rica.
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En Alemania, los cinco músicos encontraron el ambiente donde se fermentó mucho del espíritu del rock and roll. El barrio de St. Pauli de Hamburgo, donde se encontraba el club Indra, era un peligroso barrio de prostitutas.
Clubes “de música y vodevil”
Los clubes de Hamburgo estaban decorados con luces de neón, con carteles que anunciaban a los artistas en los clubes. Los clientes que no querían o no podían pagar eran golpeados y luego expulsados.
El 17 de agosto de 1960 tocaron en su primer concierto en el Indra, un club autodenominado “de música y vodevil”. Los nacientes Beatles debutaron con gran volumen y velocidad vertiginosa. Los animaba una alucinante mezcla de juventud, talento en bruto y píldoras de Preludin.
Los Beatles en Hamburgo tocaban cinco horas por noche a 30 marcos cada una. Luego de su experiencia en el Indra, Bruno Koschmider los promocionó en su club insignia, el Kaiserkeller.
John Lennon recuerda: “Teníamos que tocar durante horas y horas seguidas. Cada canción duraba veinte minutos y tenía veinte solos. Eso fue lo que mejoró la ejecución. No había nadie de quien copiar. Tocábamos lo que más nos gustaba y a los alemanes les gustaba siempre y cuando fuera fuerte”
Los integrantes de la banda estaban acostumbrados a tocar inmóviles en Liverpool. Pero la experiencia de los Beatles en Hamburgo los llevó a otro comportamiento en el escenario. Koschmider se acercaba al frente del escenario y gritaba con fuerza “Mach schau!, mach schau!” (“¡Hagan un espectáculo!”). Harrison explicó que esto impulsó a Lennon a “bailar como un gorila, y todos chocábamos nuestras cabezas.”
Según McCartney, “el gran club al que aspirábamos ir” era el Top Ten. Allí, el grupo musical de un sistema de sonido cargado de eco y de reverberación adecuado a sus estridentes actuaciones. Y al menos disponían de un ático para dormir, arriba del propio club.
“Fuimos mejorando”
Los Beatles mejoraron constantemente durante su estancia en Hamburgo. Eso lo notaron otros músicos que estaban allí en ese momento. McCartney recordó, “Fuimos mejorando y otros grupos empezaron a venir a vernos.
El fogeo musical de los Beatles en Hamburgo estuvo aliñado por incidentes como el arresto por incendio y la deportación. Era la vida que provocaba el vértigo del rock and roll.
Una vez terminada su aventura amorosa con Alemania, los Beatles con Hamburgo volvieron a su Liverpool. Allí grabaron estaba en su primer single, “Love Me Do”. El resto es historia.